Néstor Kohan
Este libro está escrito contra el viento y contra “desventuras” varias. Ejerciendo el pensamiento crítico (una actividad que no está de moda en nuestra época posmoderna) marcha a contramano de “la onda del momento”.
Sea por falta de estudio riguroso, pereza mental, desarme moral, orfandad ideológica o simple cobardía política, los economistas neoliberales en general y los “libertarianos”, en particular, disfrutan en nuestros días de una impunidad prácticamente absoluta. No sólo en el terreno político, sino incluso en su falsa e inconsistente legitimación teórica. Las críticas que reciben suelen girar en torno a las anécdotas coyunturales, descripciones superficiales, excentricidades de algún que otro personaje bizarro que los representa en la esfera pública, notas periodísticas color y otras vaguedades de idéntico tenor. Todas inofensivas y epidérmicas. Pero en el campo específico de “la economía” gozan de un artificial monopolio del “saber”, garantía que les permite imponerse sobre el conjunto de la población trabajadora y el campo popular mediante formas políticas con aspiraciones neofascistas.
Mientras Álvaro Alsogaray (uno de los varios discípulos y ventrílocuos argentinos de Friedrich von Hayek) reconocía hace algunas décadas que sólo existen dos maneras de acabar con la inflación, “la marxista y la nuestra”; en esta época, durante la tercera década del siglo XXI, ellos se consideran “los únicos” preparados para enfrentar la crisis contemporánea y la inflación. Afirmación impregnada de absoluta falsedad y manipulación. Una típica operación de guerra psicológica que apunta a desmoralizar a su enemigo (el movimiento popular y revolucionario) de modo que se rinda sin siquiera confrontar.
Por eso este libro en ningún caso se conforma con atacar la ideología de la clase dominante limitándonos a anécdotas periodísticas ni abrazándonos a señuelos distractores de superficie que pretenden, tramposamente, marcarnos la agenda de debate.
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